Cuando hablamos de copagos las opiniones
están muy polarizadas. Hay quienes están a favor, hay quienes están en contra y
hay quienes tienes opiniones encontradas. Al preguntar por la calle las
opiniones sobre el copago las respuestas fueron contradictorias. Exponiendo la
complejidad de esta reforma. Exponiendo la aun más compleja realidad de la
sanidad pública.
“El
copago farmacéutico ha afectado a muchas personas, sobre todo a los pensionistas
y a las personas que nunca han cotizado”, fueron las palabras de un habitante de Granada
al preguntarle sobre los copagos farmacéuticos. Luego procedió a explicarme que
en su
condición de paciente de diabetes tipo II ahora debe pagar menos de 5 euros por
el suministro de insulina de un mes. Cuando le pregunto como se siente
al respecto responde: “El precio está bien. Es solo una fracción de
lo que vale el medicamento.”
Le vuelvo a preguntar, entonces, ¿cuál es tu opinión sobre el copago
farmacéutico? “Bueno, en realidad es una medida necesaria que ayudó a poner orden en
la manera cómo se dispensan los medicamentos en la sanidad pública. Antes
algunas personas abusaban del sistema. Pedían medicamentos en cantidades
excesivas. Al fin y al cabo eran gratis. Ahora está mucho más controlado. Las
personas solo piden lo que realmente necesitan.”
Es
importante aclarar que la anterior es solo una de las miles de opiniones que
hay respecto a este tema controversial. Al revisar los medios de comunicación y
los blogs sanitarios, nos damos cuenta que hay personas que han sido afectadas
por el copago farmacéutico de una manera muy distinta.
La Fundación primero de mayo en el informe98 explica que “el copago penaliza a las personas más enfermas y con menos
recursos”. En el mismo informe explican que “en torno al 20% de las personas
con bajos ingresos no retiran los medicamentos prescritos”. Desde el punto de
vista del salubrista, el 20% de la población que no está recibiendo tratamiento
en este momento necesitará de intervenciones más severas y más costosas en el
futuro. En este caso el copago está produciendo un efecto adverso al deseado.
Sus consecuencias tendrán repercusiones nefastas en la sostenibilidad del
sistema a largo plazo.
Después
de indagar sobre esta tema me queda claro que existía o aun existe un problema
en el área farmacéutica. Era necesario crear un sistema regulador para asegurar
que los fármacos se dispensaran de forma justa, equitativa y eficiente. Todavía
no me queda claro si los copagos farmacéuticos han mejorado o han empeorado el
sistema sanitario. No hay duda que los copagos pueden ser un paso en el camino
indicado, sin embargo es necesario reevaluar esta medida para asegurarse de no estar dando un
paso adelante y dos atrás.
Paola Pedroza
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